......Miguel Ángel Marín Uriol
Y una sóla mirada
Hoy estamos tú y yo
sentados a la mesa de nuestras circunstancias,
de nuestras renovadas ilusiones.
Esta misma mañana
estaba meditando ¿por qué poner ornatos
ni algo gratificante a nuestra entrega mística?
Somos un rayo invicto que pone luz al beso
y en esto como en tanto que somos uno sólo
siempre estamos de acuerdo ante un futuro.
Apenas ya nos vemos en las noches de plata;
cuando novios las manos eran cómplices,
las bocas laberintos y espumas del rocío.
Las luces que los pájaros bebían silenciosos
no fue una etapa más entre las vírgenes
más regresa alfombrado el tálamo nupcial.
Aquello que vivimos regalaron su fruto
a otras generaciones que aún llegan de puntillas
para no perturbar el vals de las pupilas
y una sóla mirada.
1 comentario:
Ostras, q bonito.
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