Estrépito sonoro!! ¿ruido o música?, no sabría decirte, pero mi vecino diría
- música!, música minimalista, música que te transporta a los lugares más inaccesibles del cosmos, que te sumerge en el cuerpo de un ángel al que acompañas volando hasta el mismo límite del limbo donde yacen los saqueadores de emociones.
Pues así es mi vecino, una fuente acústica insaciable e incandescente, un universo de sonidos que hace temblar mi pecho y mi techo, una inmensa nube que descarga vatios en mi dormitorio, que crea ecos en mi cabeza y subwoofers dentro de mi piel.
Hay días en los que la "ruidósica" es enfermiza y me quejo enérgicamente, o mejor dicho, le digo a mi mujer que suba a decirle que se calle, que se calme, que no exprese tantas sensaciones y armonías copiosas, que le diga, que esas frecuencias audibles que desprenden sus instrumentos satánicos no se encuentran entre mis preferidas, que por favor haga una reflexión de su vida y cambien su camino inmediatamente, o en pocas palabras, ¡¡que se calle coño que quiero dormir!!.
Pero al día siguiente..., vuelve a sacarle punta a la púa y mi alma se arrastra por el suelo impotente ante tanto dolor (de cabeza por supuesto).
Un buen día me decido,
subo,
y hablo con él, le pongo las íes sobre los puntos (o como sea) y le doy un ultimátum, le indico que estos pequeños malentendidos siempre terminan saliendo en la caja tonta.
Han pasado ya tres días y oigo volar hasta los bichejos más minúsculos e insignificantes, el silencio es tal que mi corazón sufre de taquicardias cuando un alfiler se precipita contra la moqueta, eh! se me olvidaba, también llevo tres largos días sin dormir.
Hay cosas raras en la vida y esta es una de ellas. No se que cojones me ha hecho el cabrón de mi vecino que ya no puedo pegar ojo.
El silencio de la casa me pesa, me envuelve de tal manera que hace que me mueva más lento, que prefiera oír los tubos escapistas de los coches en la calle a estar sentado en el sofá de mi casa.
Pero como!! como le voy a decirle,
ven, corre ven y ensaya cuando quieras majete,
que me encanta oírte,
que estoy deseándolo tonto, ven!!…
y una mierda!!! se va creer que estoy loco, ahora si, ahora no...
buff!! no se que hacer, voy a subir y le diré que…
De nuevo duermo de tirón, creo que mi padre me lo dijo alguna vez,
un mundo sin música no es un mundo.
que estoy deseándolo tonto, ven!!…
y una mierda!!! se va creer que estoy loco, ahora si, ahora no...
buff!! no se que hacer, voy a subir y le diré que…
De nuevo duermo de tirón, creo que mi padre me lo dijo alguna vez,
un mundo sin música no es un mundo.
de Ibañez
2 comentarios:
No solo no sería un mundo, sino que sería mucho menos bello,más triste y aburrido. Nos faltaría una vía de escape, un alimento para nuestras almas. ¡ que nunca deje de existir! aunque sea bajito o silenciosamente.....
Hay muchos tipos de mundos: los infernales y los celestiales (por resumirlos a modo religioso)Así también la música se encuentra en uno y otro mundo. Lo curioso es que los seres humanos nos acostumbramos a todo y a todos.
Lo más sensato o práctico, sería esperar con paciencia a que el sueño se adaptara por fin al silencio. Aunque se diga que un bebé puede dormir con el ruido del televisor, no significa que no descansara más sin el mismo.
Un abrazo y felices sueños
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