Las navidades son fechas de añoranzas y recuerdos y otras muchas más tonterías del ser humano. Y digo esto porque a resurgido en mí una ñoñería de esas que creí no tener, y resulta que aún se esfuerza en salir.
Me refiero a poder escribir y mancharme, a que se termine la tinta del boli, que la mina del lápiz se rompa y entre a escena el sacapuntas, a utilizar el “tipes” para la corrección de esas palabras que se confunden con el error, a esa tensión que crea una posible desviación y perdida de la línea recta del texto en una hoja sin cuadrícula, a esa elección del color de "BIC" que tan difícil me resultaba, y a muchas más sensaciones que creí olvidadas y encontré ,o me hicieron encontrar, dos magníficas cartas inesperadas que asomaron por mi buzón un día de navidad.
Así señores, he conseguido recuperar el olor y palpar la textura de unas diáfanas felicitaciones navideñas impregnadas de una magistral escritura.
Despues de todo, creo que volveré a cometer errores gramaticales y haré de mi vida un eterno borrador, claro está, con papel arrugado a ambos lados del escritorio.
Así señores, he conseguido recuperar el olor y palpar la textura de unas diáfanas felicitaciones navideñas impregnadas de una magistral escritura.
Despues de todo, creo que volveré a cometer errores gramaticales y haré de mi vida un eterno borrador, claro está, con papel arrugado a ambos lados del escritorio.
Gracias.
Para Bea y Raquel.
Ibáñez
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